CONVERSACIÓN DEL PADRE AL HIJO

Yo: ¿Señor estás ahí?

Padre: Siempre lo he estado aunque no me hayas visto o no me hayas querido ver

Yo: Siempre supe de ti aunque reconozco haberte ignorado cuando sentí que lo tenía todo.

Padre: ¿De verdad crees que lo tuviste todo?

Yo: No, la verdad me faltaste tú, es que siempre me hablaron de ti pero nunca te había escuchado, recién hoy me hablas.

Padre: Yo siempre te he hablado, siempre te he acompañado, celebre tus alegrías y seque tus lagrimas sino llorarías aun hasta hoy día.

Yo: No creo que hayas estado en mis tristezas, no me salvaste de los golpes de mi madre, del olvido de mi padre, de los vejámenes que mi cuerpo sufrió en mano de los que se llamaban mis amigos y hasta de mis hermanos.

Padre: Yo soporte cada golpe contigo, sujetaba tu mano cuando creías que estaban vacías, yo te abrazaba cuando solo te sentías, deje que marcaran tu alma y cuerpo porque lo que a mí me importaba era cuidar tu espíritu.

Yo: Padre…. ¿Porque me dejaste desde niño?, ¿porque dejaste que me hicieran daño?... si soy tu creación porque me dejaste que me trataran como a un enemigo.

Padre: Aquellos que te dañaron, bendícelos, perdónalos y así de verdad sabrás que significa ser mi hijo, porque siempre fuiste mi creación pero ahora quiero que vengas conmigo a disfrutar cada bendición que tengo para contigo.

Yo: Pero Padre, ¿porque hiciste eso conmigo?

Padre: Hijo no fui yo quien lo hice, fue el mundo quien a verte indefenso quiso acabar contigo, pero yo, en mi magnificencia, te he visto y sé que en tu corazón siempre me haz querido pero no sabías el verdadero camino; por ello te he elegido para que seas hijo mío e hice que en el tiempo justo la verdad supieras.

Yo: Pero no es fácil ser tu hijo y ser de este mundo.

Padre: Tú ya no eres este mundo, eres ahora mi hijo, mientras estés por esta vida sígueme, del brazo te cogeré para cuando resbales no llegues al piso. Déjame hablarte, engreírte, quererte, amarte viéndote a los ojos, guiando tus pasos por el camino estrecho y rocoso que hay para mis hijos en este mundo.

Yo: Padre, siempre te he amado y te he seguido ¿Porque recién ahora te preocupas por mi?

Padre: Hijo ¡Entiende! Que nunca te he dejado, siempre estuve a tu lado, eres tú quien no querías estar al lado mío, te acompañe por tierras enemigas por eso es que estas con vida, velé por ti para que cumplas el propósito que te he encargado en esta vida. Siempre estuve ahí y te hablaron de mí pero recién cuando decidiste verme te atreviste a escuchar la verdad desde mi voz, siempre te esperé y no sabes lo feliz que fui y soy al poderte decirte ahora que eres mi hijo y que te bendigo.

Yo: Padre , te necesito, no quiero volver a lo mismo, quiero que tu bendición se quede conmigo.

Padre: Para ser bendito tiene que bendecir, perdonar y saber amar en mi nombre, hacer que mi pueblo me necesite y me quiera, luchar contra los falsos ídolos y los nuevos fariseos, dejar el camino listo para que mi mensaje llegue sin ser interrumpido.

Yo: Dame fuerzas para seguir tu camino, a través de tu hijo Jesucristo te pido ser bendito y vivir según el pacto que has hecho con mis antepasados y conmigo.

Padre: Siempre estaré contigo, acepta a mi Hijo, respeta mis designios y honra mi pacto; mi Espíritu Santo vivirá en ti hasta que llegues a mi reino y seas feliz con cada cosa que para ti tengo.

Ora....

“SEÑOR JESUS TE DOY GRACIAS POR TODO LO QUE ME DAS PERO RECONOZCO QUE HE PECADO CONTRA TI, SABIENDO Y SIN SABER PERO ESTE DIA  TE ABRO MI CORAZON Y TE RECIBO COMO MI UNICO SALVADOR PERSONAL, ENTRA A MI VIDA TE NECESITO. AMEN”